Este 6º tiene duende

Este 6º tiene duende

jueves, 27 de mayo de 2010

cuevas de atapuertas



Cuevas de la Sierra de Atapuerca

Burgos6.jpg

Uno de los principales conjuntos kársticos de nuestra provincia es el de la Sierra de Atapuerca. Hasta finales del Plioceno, hace unos dos millones de años, se encontraba rodeada por las aguas de un gran mar interior. Es entonces cuando se configura la actual red hidrográfica, bordeándola los ríos Arlanzón y Vena y naciendo el Pico en las cuevas de su borde occidental. Se localiza en uno de los escasos corredores naturales que comunican las cuencas del Duero y del Ebro, un lugar de paso habitual para las manadas de herbívoros.

Esta circunstancia, entre otras, propició que en sus cuevas buscaran refugio de forma habitual los primeros homínidos que habitaron la zona desde hace más de un millón de años. En las bocas de entrada de sus cavidades se superponen, como las hojas de un libro, los diferentes estratos, con los restos óseos de las faunas de las que se alimentaban, las industrias líticas que utilizaban y, en ocasiones, sus propios restos.

Yanomami

Los yanomami (también llamados yanomamö), son una etnia indígena americana caracterizada por su solidaridad y respeto hacia la naturaleza, la misma está dividida en cuatro grandes grupos: sanumá, yanomam y yanam.
Hablan lenguas diferentes pero se entienden entre ellos. Se denominan también la nación yanomami



Ötzi es la momia humana natural más antigua conocida.
Fue un habitante de los Alpes italianos, del 3300 a. C. aproximadamente (en la edad del Cobre europea).
Fue descubierto en 1991 por dos turistas alemanes, a 3200 msnm.

La causa de la momificación del cadáver fue la frialdad extrema y perpetua de la región donde el individuo falleció. Gracias a su descubrimiento se ha obtenido valiosa información sobre el periodo en que vivió.

Su nombre le fue puesto por la región Ötztal (que significa ‘valle de Ötz’), donde fue hallado.


Ötzi fue encontrado por dos turistas de Núremberg (Alemania), Helmut y Erika Simon, el 19 de septiembre de 1991. En un principio se pensó que se trataba de un cadáver moderno, como varios otros que se encontraron recientemente en la región. Fue recuperado por las autoridades austríacas y llevado a Innsbruck, donde se descubrió su edad verdadera. Los exámenes siguientes demostraron que el cuerpo había sido localizado a 93 m dentro del territorio italiano. Ahora está expuesto al público en el Museo de Arqueología del Tirol del Sur, en Bolzano (Italia).

eeeeeeeeeeeeeeeeeeee

La cueva de Atapuerca


La cueva de Atapuerca es uno de los yacimientos más importantes del hombre de la antigüedad. Tesoros de la humanidad con una antigüedad de hace 1.500.000 años se encuentran en esta cueva que ha contribuido notablemente al desarrollo del conocimiento del hombre antiguo, proporcionando restos fósiles y de la cultura material muy significativos.

La cueva está localizada en la provincia española de Burgos, y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.

Hace treinta años se descubrieron los primeros hallazgos en las excavaciones de Atapuerca. Cuatro especies de homínidos han sido encontradas en ella, y éstos han sido de tal importancia que han situado al yacimiento entre los más importantes del mundo en cuanto a aportes arqueológicos refiere.

Si se está viajando por España y se anda cerca de Burgos, visitar Atapuerca puede ser una experiencia muy especial. La Fundación Atapuerca realiza visitas guiadas a los turistas que deseen conocer esta porción del patrimonio de nuestra especie. Además, la fundación realiza talleres para grupos de escolares; uno de estos talleres refiere a las pinturas rupestres, y otro referente a la arqueología en sí misma.

viernes, 21 de mayo de 2010

la cueva de Altamira

La cueva de Altamira está situada dentro del territorio de Santillana del Mar, Cantabria (España), cerca de la capital municipal. En ella se conserva uno de los ciclos pictóricos más importantes de la Prehistoria. Pertenece a los períodos Magdaleniense y Solutrense, dentro del Paleolítico Superior. Su estilo artístico constituye la denominada escuela franco-cantábrica, caracterizada por el realismo de las figuras representadas. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985. Es considerada "la capilla sixtina" del arte rupestre. Es además desde 2007, uno de los 12 Tesoros de España.[2
Las pinturas rupestres es un tipo de arte prehistórico realizado por los hombres prehistóricos, que demuestran que el hombre, desde su origen en la Tierra es capaz de realizar obras de arte en las paredes de las cavernas que habitaba. También se realizó pintura sobre cantos rodados, escultura, cerámicas decoradas y objetos ornamentales.

Gruta de Lascaux

En una gruta de Lascaux (Dordoña, Francia) se descubrió en el año 1940 uno de los más asombrosos testimonios del paleolítico consistente en una especie de Capilla Sixtina pintada dentro de la misma. Es tal la calidad de esta obra de arte que en un principio se pensó que se trataba de un fraude, pero hoy se sabe a ciencia cierta que la misma constituye la máxima expresión de la civilización rupestre.




xd:jajajajajajajajajajajajajajajaj jojojojojojoj me copio de hannah



video

Cuevas y pinturas rupestres



Las Cuevas de Altamira se encuentran en Santillana del Mar, Cantabria.
Las pinturas rupestres son dibujos existentes en rocas,cavernas...

cueva de lascaux



En una gruta de Lascaux (Dordoña, Francia) se descubrió en el año 1940 uno de los más asombrosos testimonios del paleolítico consistente en una especie de Capilla Sixtina pintada dentro de la misma. Es tal la calidad de esta obra de arte que en un principio se pensó que se trataba de un fraude, pero hoy se sabe a ciencia cierta que la misma constituye la máxima expresión de la civilización rupestre.


La cueva de ltamira


Hace 15.000 años. Zona norte de la Península Ibérica. En el interior de una caverna un artista anónimo pinta un bisonte en el techo de una zona recóndita. A la entrada de la cueva, el clan hace las tareas diarias al amor de una hoguera. Fuera, el frío es intenso, todo está cubierto de hielo, estamos en la última glaciación.

Hace 13.000 años aproximadamente. Un desprendimiento de rocas cierra la entrada de la cueva y la aísla totalmente del exterior. Las pinturas quedan sumidas en el silencio y la oscuridad por siglos.

En 1.879. Marcelino Sanz de Sautuola, estudioso cántabro aficionado a la arqueología y descubridor de otras cuevas, visita la cueva de Altamira con su hija María de 10 años. Mientras el padre excava el suelo en busca de evidencias arqueológicas, la niña exclama: “¡¡ Mira papá, bueyes !!”. Marcelino le responde: “no son bueyes, ¡son bisontes!”. Inmediatamente los relaciona con la prehistoria y el hombre del cuaternario.

Éste fue uno de los mayores descubrimientos arqueológicos de la historia. Sautuolaató las pinturas en el Paleolítico Superior, periodo magdaleniense. La élite de prehistoriadores franceses se le echó encima acusándole de falsario por decir que eran tan antiguas y le llegaron a acusar de haberlas pintado recientemente . Emìle Cartailhac fue uno de estos prehistoriadores que criticó y atacó con saña a Marcelino asegurando que el hombre prehistórico no tenía la técnica suficiente para realizar unas pinturas tan perfectas como las de Altamira, además, el colorido no podía ser tan nítido después de tantos años. Sólo un científico defendió la tesis de Marcelino sobre la antigüedad de las pinturas, fue el geólogo español Juan Vilanova. Ambos sufrieron enormemente las burlas y ataques de los científicos franceses y algunos españoles.

Veinte años después del descubrimiento de Altamira comienzan a sucederse los descubrimientos de cuevas con pinturas rupestres similares en el sur de Francia. Ya no es posible seguir negando lo evidente: los bisontes de Altamira son auténticos y fueron realizados por el hombre prehistórico en el Paleolítico Superior. Pero para Marcelino ya era demasiado tarde, había muerto hacía algún tiempo y el reconocimiento llegaba con retraso. Cartailhac publica “Mea culpa de un escéptico” donde, de forma elegante y caballerosa, reconoce su error y honra la figura de Marcelino Sanz de Sautuola.

La tecnica:

El artista de Altamira graba primero sobre la pared de la cueva la figura deseada con una piedra afilada. Posteriormente pinta sobre lo grabado, marcando el contorno en negro con carbón vegetal. El relleno va en ocre logrado a partir de óxido de hierro en polvo. Utiliza agua para diluir los pigmentos y los aplica o con la mano o con un tampón de materia vegetal o bien por soplado (aerografía) con un hueso hueco de ave y proyectándolos como si de una cerbatana se tratara. El pintor se ilumina con lámparas de tuétano, que dan una luz intensa y limpia y no ennegrecen las paredes. La humedad natural de la cueva fija y mantiene la frescura de los colores.

Los animales representados son bisontes, renos, mamuts, caballos, ciervos, cabras, etc. Algunos ya están extinguidos de Europa pues eran propios de clima frío. En Altamira concretamente, los bisontes son el animal más numeroso y aparecen de pie, mugiendo, echados, con la cabeza vuelta, etc. Casi todos están concentrados en el espectacular techo de 18 x 9 metros. El artista los pinta muy realistas, con muchos detalles (hocico, ojos, cuernos, pelaje, sexo, pezuñas, rabo, etc.), los conoce muy bien en su anatomía y comportamiento ya que los caza para comérselos. En un alarde de perfeccionismo, el pintor aprovecha los salientes naturales de la roca para pintar encima los bisontes y obtener un realismo absoluto con la sensación de relieve que se produce. Además de los bisontes, Altamira cuenta con caballos, jabalíes, cabras y una monumental cierva de 2,25 mts.

El misterio:

Desde siempre nos ha intrigado el sentido y el propósito de las pinturas rupestres paleolíticas. Primero se pensó en el “arte por el arte”, las figuras decorarían las cuevas dónde vivían. No obstante, las zonas pintadas son recónditas, de difícil acceso y contemplación. Más creíble parece la hipótesis de la “Magia de Caza”, es decir, el artista pintaría los animales que después cazaría el clan. Muchos bichos tienen armas clavadas o les faltan partes de sus cuerpos (en Altamira hay bisontes sin cabeza); sería tal vez una especie de vudú para propiciar la caza, de cuyo éxito dependía la supervivencia del clan.

Existen también signos misteriosos en las paredes de las cuevas cuyo significado desconocemos, podrían ser trampas, laberintos o alusiones sexuales a la fertilidad y fecundidad. Otro motivo pictórico son las manos en positivo o en negativo (poner la mano sobre la pared y pintar encima, al quitarla queda el negativo). El techo de polícromos de la cueva de Altamira tenía originalmente una altura de 1 metro sobre el suelo, el artista trabajaría por tanto en incómodas posturas.

Caracteristicas:

En el arte rupestre franco-cantábrico (sur de Francia y Cornisa Cantábrica española) las pinturas son polícromas, no forman escenas sino que son animales independientes y a veces superpuestos. Casi no aparece la figura humana. No se representa movimiento, las figuras son muy realistas y cada cueva muestra cierta especialización en una determinada especie (Altamira bisontes). Las figuras están en lugares apartados y recónditos. Todo indica que las cuevas eran como santuarios dedicados a ritos mágicos para propiciar la caza. Probablemente el brujo era el propio pintor. Ante estos prodigiosos bisontes, llenos de elegancia y de fuerza, fruto de una enorme maestría e imaginación, cabe preguntarse si los hombres del paleolítico eran, como algunos piensan, brutos, toscos y salvajes.

La cueva de hoy en dia:

La visita de miles de personas altera el microclima de la cueva (humedad y temperatura) y estropea las pinturas. Ha sido necesario limitar drásticamente las visitas para garantizar su conservación. Se ha inaugurado recientemente la “neocueva”, réplica exacta de la original que permite sumergirse en el Paleolítico sin comprometer la obra original. La “Capilla Sixtina del arte cuaternario” queda así preservada. Picasso dijo: “después de Altamira todo es decadencia” refiriéndose a la perfección técnica alcanzada en la cueva; Rafael Alberti, impresionado a su vez al visitarla, le dedicó unos hermosos y sentidos versos. Otras cuevas con pinturas rupestres paleolíticas son Tito Bustillo (Asturias), El Castillo (Cantabria), Santimamiñe (Vizcaya), Niaux, Lascaux y Rouffignac (Francia).


la cueva de altamira


esta es la cueva de altamira
parece que esta en la prehistoria

CUEVA DE ALTAMIDA


La cueva de Altamira está situada dentro del territorio de Santillana del Mar, Cantabria (España), cerca de la capital municipal. En ella se conserva uno de los ciclos pictóricos más importantes de la Prehistoria. Pertenece a los períodos Magdaleniense y Solutrense, dentro del Paleolítico Superior. Su estilo artístico constituye la denominada escuela franco-cantábrica, caracterizada por el realismo de las figuras representadas. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985. Es considerada "la capilla sixtina" del arte rupestre. Es además desde 2007, uno de los 12 Tesoros de España.

Es la máxima representación de la pintura rupestre en España. La Cueva de Altamira, descubierta por Marcelino Sanz de Sautuola en 1879, está ubicada en una colina próxima a la villa de Santillana del Mar, a tan solo dos kilómetros de distancia ( por la CA-134 ). Su descubrimiento hace 120 años, suscitó una fuerte polémica entre los arqueólogos por la autenticidad de las mismas, ya que no creían que los hombres prehistóricos fueran capaces de realizar pinturas y reproducciones tan perfectas.

La cueva de Altamira está situada dentro del territorio de Santillana del Mar
Marcelino Sanz de Sautuola descubrió las cuevas en 1878. Las pinturas de Altamira, descubiertas por María, su hija, son el primer conjunto pictórico prehistórico de gran extensión conocido en el momento. Tal descubrimiento determina que el estudio de la cueva y su reconocimiento levante toda una polémica respecto a los planteamientos aceptados en la ciencia prehistórica del momento.






















La cueva de Altamira está situada dentro del territorio de Santillana del Mar, Cantabria (España), cerca de la capital municipal. En ella se conserva uno de los ciclos pictóricos más importantes de la Prehistoria. Pertenece a los períodos Magdaleniense y Solutrense, dentro del Paleolítico Superior. Su estilo artístico constituye la denominada escuela franco-cantábrica, caracterizada por el realismo de las figuras representadas. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985. Es considerada "la capilla sixtina" del arte rupestre. Es además desde 2007, uno de los 12 Tesoros de España.[2]

Marcelino Sanz de Sautuola descubrió las cuevas en 1879. Las pinturas de Altamira, descubiertas por María, su hija, son el primer conjunto pictórico prehistórico de gran extensión conocido en el momento. Tal descubrimiento determina que el estudio de la cueva y su reconocimiento levante toda una polémica respecto a los planteamientos aceptados en la ciencia prehistórica del momento.

El realismo de sus escenas provocó, al principio, un debate en torno a su autenticidad. Su reconocimiento como una obra artística realizada por hombres del Paleolítico supone un largo proceso en el que, también, se van a ir definiendo los estudios sobre la Prehistoria.

Su primer defensor fue el propio Marcelino Sanz de Sautuola. Su valor será avalado por los frecuentes hallazgos de otras piezas de arte mueble similares en numerosas cuevas europeas. A finales del siglo XIX, principalmente en Francia, se descubrieron pinturas rupestres innegablemente asociadas a las estatuillas, relieves y huesos grabados aparecidos en niveles arqueológicos paleolíticos, unidos a restos de animales desaparecidos (mamut, reno, bisonte, etc.).

En ese reconocimiento, destacó muy positivamente Henri Breuil. Sus trabajos en torno al tema «El arte parietal», presentados en el congreso de la Asociación Francesa para el Avance de las Ciencias en 1902, provocaron cambios sustanciales en la mentalidad de los investigadores de la época.

Émile Cartailhac fue uno de los más grandes opositores a la autenticidad de Altamira. El descubrimiento de grabados y pinturas a partir de 1895 en las cuevas francesas de La Mouthe, Combarelles y Font-de-Gaume, le hace reconsiderar su postura. Tras visitar las cuevas, escribió en la revista L'Antropologie (1902) un artículo titulado La grotte d' Altamira. Mea culpa d' un sceptique. Ese artículo conlleva el reconocimiento universal del carácter paleolítico de las pinturas de Altamira.

Fijada la autenticidad de las pinturas, se inicia el debate sobre la propia obra. La divergencia entre los investigadores se centra en torno a la precisión cronológica, la misteriosa finalidad de las mismas y su valor artístico y arqueológico. Estas cuestiones afectaron, no sólo a la cueva de Altamira, sino a todo el arte rupestre cuaternario descubierto.

El método del carbono 14 llevó a los investigadores Laming y Leroi-Gurhan a proponer para las pinturas de Altamira una datación entre 15.000 y 12.000 años a.C. Pertenecían, por tanto, al período Magdaleniense III.

Las pinturas de Altamira [editar]

Gran sala de polícromos de Altamira, publicado por M. Sanz de Sautuola en 1880.

Localización - Santillana del Mar (Cantabria)

Datación - Su realización data del periodo 15.000 - 12.000 A. C.

Pigmentos empleados - La pintura está hecha con pigmentos minerales ocres, marrones, amarillentos y rojizos, mezclados con aglutinantes como la grasa animal. El contorno de líneas negras de las figuras se realizó con carbón vegetal. Se aplicaron con los dedos, con algún utensilio a modo de pincel y en ocasiones soplando la pintura a modo de aerógrafo.

Tratamiento del volumen - Aprovechan el relieve natural de la roca y a veces la modelan interiormente para dar un efecto de volumen y movilidad.

Tratamiento del movimiento - El relieve de la cueva y el raspado de ciertas zonas aportan a las imágenes gran movilidad y expresividad.

Iconografía - Las representaciones rupestres de Altamira podrían ser imágenes de significado religioso, ritos de fertilidad, ceremonias para propiciar la caza o puede interpretarse como la batalla entre dos clanes representados por la cierva y el bisonte.

La cueva de Altamira es relativamente pequeña: sólo tiene 270 metros de longitud. Presenta una estructura sencilla formada por una galería con escasas ramificaciones. Se definen tres zonas: la primera está formada por un vestíbulo amplio, iluminado por la luz natural y fue el lugar preferentemente habitado por generaciones desde comienzos del Paleolítico Superior. La segunda es la gran sala de pinturas polícromas, apodada «Capilla Sixtina del Arte Cuaternario». Finalmente, existen otras salas y corredores en los que también hay manifestaciones artísticas de menor trascendencia.

Podría decirse que el auténtico descubridor de las cuevas de Altamira es Modesto Cubillas, un aparcero que en ese momento estaba cazando con su perro. Vio la cueva y avisó a Marcelino Sanz de Sautuola, para quien trabajaba. Éste se introdujo en ella con su hija de ocho años, María, pero no le dio importancia a la caverna hasta que María le llamó para que viera ciertos dibujos realizados en el techo de una galería lateral. A partir de ese momento, las cuevas de Altamira se han estudiado atentamente para descubrir su significado, su técnica, etc. Su bóveda sigue manteniendo los 18 m de largo por los 9 m de ancho, pero su altura originaria (entre 190 y 110 cm) se ha aumentado al rebajarse el suelo para facilitar la cómoda contemplación de las pinturas.

El animal más representado es el bisonte. Hay 16 ejemplares de diversos tamaños, posturas y técnicas pictóricas. Se observan junto a caballos, ciervos y signos tectiformes. Los artistas de la cueva de Altamira dieron solución a varios de los problemas técnicos que la representación plástica tuvo desde sus orígenes en el Paleolítico. Tales fueron el realismo anatómico, el volumen, el movimiento y la policromía.

La sensación de realismo se consigue mediante el aprovechamiento de los abultamientos naturales de la roca que crean la ilusión de volumen, la viveza de los colores que rellenan las superficies interiores (rojo, negro, amarillo, pardos) y la técnica del dibujo y del grabado, que delimita los contornos de las figuras.

El Bisonte encogido es una de las pinturas más expresivas y admiradas de todo el conjunto. Está pintado sobre un abultamiento de la bóveda. El artista ha sabido encajar la figura del bisonte, encogiéndolo, plegando sus patas y forzando la posición de la cabeza hacia abajo. Todo ello destaca el espíritu de observación naturalista de su realizador y la enorme capacidad expresiva de la composición.

Asociación de animales en el gran panel de la Cueva de Altamira (Cantabria, España) según el paradigma de Leroi-Gourhan.

La gran cierva, la mayor de todas las figuras representadas, tiene 2,25 m. Manifiesta una perfección técnica magistral. La estilización de las extremidades, la firmeza del trazo grabado y el modelado cromático le dotan de un gran realismo. No obstante, acusa, en su factura algo pesada, una cierta deformación. Seguramente originada por el cercano punto de vista del autor. Debajo del cuello de la cierva aparece un pequeño bisonte en trazo negro.

El caballo ocre, situado en uno de los extremos de la bóveda, fue interpretado por Breuil como una de las figuras más antiguas del techo. Este tipo de póney debió de ser frecuente en la cornisa cantábrica, pues también le vemos representado en la cueva de Tito Bustillo, descubierta en 1968 en Ribadesella. Es muy posible que sea de la misma tipología que el representado en la cueva alcarreña de Los Casares.

Historia del descubrimiento de las pinturas de Altamira [editar]

La cueva de Altamira es descubierta en 1868 por un cazador llamado Modesto Cubillas. El cazador descubrió la entrada de la cueva al intentar liberar a su perro, que estaba atrapado entre las grietas de unas rocas por perseguir a una pieza.

En aquel momento, la noticia del descubrimiento de una cueva no tuvo la menor transcendencia entre el vecindario de la zona. Es un terreno kárstico, caracterizado por poseer ya miles de grutas; así que una más, no supuso ninguna novedad.

Marcelino Sanz de Sautuola, erudito en paleontología, debió conocer la existencia de la cueva directamente por boca del mismo Cubillas, aparcero en su finca. No obstante, no la visitó hasta 1875. La recorrió en su totalidad y reconoció algunos signos abstractos, como rayas negras repetidas, a las que no dio ninguna importancia por no considerarlas obra humana. Cuatro años después, en el verano de 1879, volvió Sautuola por segunda vez a Altamira. En esta ocasión, acompañado por su hija María, de 9 años. Tenía interés en excavar la entrada de la cueva con el objetivo de encontrar algunos restos de huesos y sílex.

El descubrimiento lo realizó, en realidad, la niña. Mientras su padre permanecía en la boca de la gruta, ella se adentró hasta llegar a una sala lateral. Allí vio unas pinturas en el techo y corrió a decírselo a su padre. Sautuola quedó sorprendido al contemplar el grandioso conjunto de pinturas de aquellos extraños animales que cubrían la casi totalidad de la bóveda.

Al año siguiente, 1880, Sautuola publica un breve opúsculo titulado Breves apuntes sobre algunos objetos prehistóricos. En él sostenía el origen prehistórico de las pinturas e incluía una reproducción gráfica. Expuso su tesis al catedrático de Geología de la Universidad de Madrid, Juan Vilanova, que las acogió como propias. Pese a todo, la opinión de Sautuola no fue aceptada por los franceses Cartailhac, Mortillet y Harlé, los científicos más expertos en estudios prehistóricos y paleontológicos en Europa.

La novedad del descubrimiento era tan sorprendente que provoca la lógica desconfianza de los estudiosos. Se llega a sugerir que el propio Sautuola debió de pintarlas entre las dos visitas que realizó a la caverna, negando así su origen paleolítico.

Ni la ardiente defensa de Vilanova en el Congreso Internacional de Antropología y Arqueología, celebrado en Lisboa, en 1880, ni el afán de Sautuola evitaron la descalificación de Altamira.

La oposición se hizo cada vez más generalizada. En España, el presidente de la Sociedad Española de Historia Natural dictaminaba el 1 de diciembre de 1886 diciendo que

(...)tales pinturas no tienen caracteres del arte de la Edad de Piedra, ni arcaico, ni asirio, ni fenicio, y sólo la expresión que daría un mediano discípulo de la escuela moderna(...).

Sautuola y sus pocos seguidores lucharon contra esa sentencia. La muerte de Sautuola y la de Vilanova parecían condenar definitivamente las pinturas de Altamira a ser un fraude moderno.

La aceptación de las pinturas no se produjo hasta 1902.


miércoles 19 de mayo de 2010

Huelva

martes 18 de mayo de 2010

Relájate un poco.

jueves 13 de mayo de 2010


esta es la plaza de las pajaritas de huesca donde fuimos nosotros

miércoles 12 de mayo de 2010

Ja ja XD

Jajaja lo vi en un canal de música...video

martes 11 de mayo de 2010

la vaca loca

videoa lo loco y a lo gracioso

Copo de nieve

Este es el único gorila blanco que había en el mundo pero se murió estaba en el zoo de Barcelona seun lo encontraron erido en un bosque que habia cerca y lo llevaron al zoo.
Era un gorila que yo nunca olvidaré.
Este es el acuario donde fuimos en el viaje!
Y para los que no han ido os digo que es muy way!

palacio de la aljaferia


este es el palacio de la aljaferia de huesca donde fuimos algun@s de nosotr@s

Hola a todos


este es el escudo de nuestro pueblo(la redondela) es muy chulo

he subido esta foto porque sale nuestro colegio en internet


hola ya estoy dentro

lunes 10 de mayo de 2010

hola


hay muchas caras y parece que hay tango emotes .¡Que bien!

MIRAD QUE PASTEL MÁS XULO.
SU AUTOR ES ARTURO DE 3º DE PRIMARIA.

CONCURSO GASTRONÓMICO MASCULINO



DÍA DE LA MUJER 2010.CONCURSO GASTRONÓMICO MASCULINO.






Hola. Estas son imágenes del concurso gastronómico exclusivamente masculino,donde podían participar los alumnos y padres, con el que celebramos el día de la mujer. Se trataba un poco de romper los tópicos de "la mujer cocina y el hombre opina".En este caso , el hombre cocinaba y las mujeres de la clase opinaban.Y lo hacían regalando flores al cocinero que hubiese elaborado el plato y el postre más delicioso . El jurado le hacía entrega de un premio y un diploma al concursante que hubiese recibido más flores.